La
actual legislatura municipal se ha iniciado con un acuerdo de los dos grupos
políticos de la oposición (PSOE Y PP) que ha intentado complicar bastante las
cosas al actual equipo de gobierno. Analicemos, pues, el recorrido, alcance y
las consecuencias de ese pacto.
SU
ORIGEN
Es
a consecuencia del resultado electoral del 24 de mayo, al parecer frustrante e
inesperado tanto para el PP como para el PSOE, cuando comienza a gestarse este
atípico pacto municipal.
Fruto
de la valoración negativa de los votos que obtuvo su candidatura, la actuación
del candidato a la alcaldía del PP ha sido desde entonces nerviosa y agitada,
prorrumpiendo en comunicados, debates tabernarios acalorados, propuestas de
pactos, etc., y situando a IU en el blanco de todas sus iras.
Ese
ansia de represalia, encuentra el eco necesario en el PSOE, partido, según
parece, también bastante desilusionado con los resultados propios, lo que,
unido a sinsabores provocados por rifi-rafes habidos con IU durante la campaña
electoral –que, por cierto, no fuimos nosotros quienes los iniciamos-, más los
encontronazos y resentimientos que colean desde décadas pasadas, hizo que
también reaccionaran de modo un tanto airado.
Estas
fueron las mimbres con las que se fue tejiendo el culebrón del pacto que
durante las tres semanas previas al pleno de investidura circuló por las
comidillas de todo Carcabuey. Un pacto no sustentado en ningún tipo de afinidad
previa ni ideológica ni programática, sino únicamente en
la unión de dos frustraciones, y sin otra
justificación que el de arrebatar la alcaldía a Izquierda Unida por pura
“vendetta”.
LA
PROPUESTA A IU-CA
Para
darle apariencia de normalidad, de actuación ética y responsable, el líder del
PP local y “cerebro” de toda esta operación, busca respaldarse en un previo
fracaso de negociaciones con IU-CA presentándonos una propuesta que deberíamos
aceptar a cambio del voto favorable de su grupo a la investidura como alcalde
de nuestro candidato Juanmi. Una propuesta inaceptable, cuyo único fin era la
humillación de IU de Carcabuey. Nuestra negativa fue unánime y tajante, como no
podía ser de otro modo. Tras el rechazo de IU a esas condiciones, el PP ofrece
una propuesta de investidura al PSOE a la que
contesta con un comunicado de rechazo “considerando inviable la posibilidad de gobernar con un partido con
ideas antagónicas al nuestro, como es el PP”. Este antagonismo ya no era
obstáculo la mañana de la investidura para, unos minutos antes del pleno,
ofrecerse a firmarla, a lo que el PP respondió negativamente alegando que ya
estaban fuera de plazo.
EL
PLAN B
Una
vez fracasado el pacto PP-PSOE, en realidad por presiones externas provenientes
de las direcciones provinciales de ambos partidos, tan determinados estaban en
darle un “merecido correctivo” a IU, que ponen en marcha una segunda versión
del plan, aunque, de momento, con
un alcance bastante más reducido.
Y
así vio la luz el nuevo acuerdo PP-PSOE, referido ahora a la organización
municipal, sin el más mínimo intento de negociación con IU en sus aspectos
fundamentales, por separado o a tres bandas, como propuso nuestro alcalde,
encontrándose con un acuerdo plenamente cerrado por ambos sin opción a la
negociación. Nos sorprende ver como el artífice del mismo y líder de la
oposición sea el candidato del Partido Popular con la mitad de votos y
concejales que el Partido Socialista. Un acuerdo -no lo olvidemos- de dos
partidos de la oposición, que imponen al grupo que tiene la responsabilidad de
gobernar el Ayuntamiento, sin que aporte nada positivo a esa gobernabilidad.
LOS ContenidoS del acuerdo
Tres
son los contenidos fundamentales de este acuerdo:
1.-
Eliminar la asignación por dedicación
exclusiva de un segundo miembro en el Ayuntamiento, con lo
que trataban de matar varios pájaros de un tiro: apartar de la gestión
municipal a nuestro compañero Juan Castro –como no se ocultan de proclamar en
privado-, debilitar la capacidad de actuación del equipo de gobierno y
repartirse entre ambos grupos una buena parte del supuesto ahorro como se
explica más abajo.
2.-
Repartirse a voluntad, entre ambos grupos
de la oposición las representaciones en distintas entidades que les han
parecido, algunas de las cuales, por la función que cumplen debían corresponder
inexcusablemente a la alcaldía o a miembros del Equipo de Gobierno.
3.-
El compromiso de no plantear mociones
de carácter político que no afecten directamente al Ayuntamiento.
Sobre
este asunto hemos de decir, en primer lugar, que como es algo que solo
concierne a los dos grupos de la oposición, pues allá cada uno con lo que quiera hacer. Pero dicho esto, añadimos que a un ayuntamiento no
puede negarse su propio carácter político haciéndole cerrar los ojos a la
realidad social y política que le envuelve, ni, en consecuencia, renunciar
tajantemente a tomar partido por cuestiones de interés candente que puedan
suscitarse en cada momento. Nosotros entendemos que no se debe abusar de
mociones y proposiciones de este tipo, utilizándolas de modo desmedido como
medio para hacerse notar. De ahí que, ante la proliferación excesiva de ellas,
en algún momento concreto, nuestro grupo municipal hiciera un llamamiento a la
anterior corporación a reducirlas en lo posible, pero en ningún caso a una
renuncia absoluta, tal y como ahora han acordado PP y PSOE. Renuncia, que viene
claramente motivada por el interés partidista coyuntural del PP, pero no
dudamos que el criterio con el que actúa, cambiará diametralmente, como hace en
todo lo demás (recordemos lo que antes decían sobre el “pacto de perdedores”)
cuando cambien las circunstancias en la política nacional y crean oportuno
hacer lo contrario. Lo chocante es que lo haya aceptado el PSOE, prescindiendo
de sumar su voz a la de quienes protestan, por ejemplo, contra la “ley
mordaza”, contrariamente a lo que están haciendo sus compañeros socialistas en
el resto de ayuntamientos de España.
LOS
ARGUMENTOS
Analicemos
ahora cómo explican sus autores el sentido de este nuevo acuerdo, en concreto,
la eliminación de la asignación económica a un teniente de alcalde.
Veamos:
El
primer argumento, dado por el PP es el de la coherencia con la intención que
tenían de actuar en el caso de que ellos ganaran. ¡Genial! La no dedicación
exclusiva al Ayuntamiento del propio alcalde y la remuneración de sólo un concejal,
que en el caso de una hipotética victoria, habían contemplado para ellos en razón a las
circunstancias particulares de su candidatura, tratan de imponerse a los demás
con todo derecho, como si esa fórmula fuera la habitual en los ayuntamientos y
la que todos debiéramos acatar. Sólo hay que echar un vistazo a los ayuntamientos en los que
gobierna su partido.
Y
a todo esto, ¿la coherencia del PSOE dónde está? Cuando lo que hicieron durante
la última legislatura en que gobernaron fue mantener esa doble dedicación retribuida, bastante generalizada en poblaciones similares a Carcabuey, formulando incluso la propuesta de “que este asunto se asuma así para el futuro
y no sea nunca más tema de confrontación”, y a buen seguro que lo volverían
a hacer en cuanto se vieran de nuevo en el gobierno del Ayuntamiento.
Un
segundo argumento –aunque sólo se apunta- es el del ahorro que va a producirse,
cuando en realidad la intención era que buena parte del gasto eliminado
se trasvasara al conjunto de concejales, bajo la fórmula de una retribución de 150 € mensuales a
todos y cada uno de ellos, justificándola mediante un tercer argumento, que
lleva el sello y la retórica inconfundible a la que nos tiene acostumbrados su
autor intelectual: “dignificar la función
pública de la figura del concejal”. Pues
bien, si esta era la forma de dignificar a concejales sin ninguna responsabilidad de gestión, ¿cuál sería la cuantía que dignificaría al Alcalde y
al resto del Equipo de Gobierno que dedican sus muchas horas de trabajo al Ayuntamiento? ¿Aquí no había nada que decir?
Una
vez que esta propuesta no pudo prosperar por
imposibilidad legal, y al avisarle de ello el alcalde a los dos portavoces
previamente al pleno, todavía
han querido arañar algún pellizco.
Entonces imponen el incremento de 25 € en la asignación por las asistencias a plenos y comisiones, sin aportar ningún tipo de justificación en
este caso. Lo cual supone una
subida del 50 % en tal concepto, que
alcanza ya la cantidad de 75 €, cuando no hace muchos años se
percibían sólo 18. Esto deja a las claras, más allá de explicaciones
demagógicas, cuáles eran sus verdaderas intenciones.
LOS
PACTOS DE IU
Hay
un cuarto argumento que han utilizado los concejales del PSOE y que apunta
directamente al “ojo por ojo”. Se trata de que Izquierda Unida suscribió en el
año 2003 un pacto con el PP y PA sólo -dicen- “para arrebatar la Alcaldía al PSOE”. Y es cierto que IU pactó esa
investidura sin ser el partido más votado y participó en un gobierno en
cohabitación con otro partido no afín ideológicamente (el PA), pero, a nuestro
entender, aquel pacto encontraba razón de ser en múltiples motivos: la entrada de nuevos aires al ayuntamiento
tras 24 años de un gobierno monocolor socialista, la mejora de los hábitos de
funcionamiento impuestos por repetidas mayorías absolutas, la necesidad de dar
impulso a una actividad municipal muy decaída en la legislatura precedente, el
mostrar a la ciudadanía que había otros modos de hacer política y de
relacionarse con los vecinos, dando participación y abriendo las puertas del
Ayuntamiento a las diversas asociaciones y colectivos, y, en fin, restañar
cierta fisura social producida por motivos sobre los que no vamos a ahondar.
Fue
arriesgado y cuestionable, pero decidimos aprovechar aquella oportunidad de
cambio, que entendimos era la voluntad de la mayoría de los carcabulenses
-recordemos que se hizo tras unas elecciones en las que el PSOE perdió más de
un tercio de sus votos, pasando de 7 a 4 concejales- y lo hicimos con todas las
consecuencias. En cualquier caso, el pueblo dio su veredicto posterior a ese
cambio: unos ciudadanos/as a favor y otros en contra, pero lo cierto es que
como resultado del mismo bastantes cosas cambiaron para bien desde entonces en
la vida municipal, incluso por encima de las alternancias de gobierno.
Ninguna
de esas circunstancias se da ahora para querer reeditarlo en sentido contrario,
no hay simetría posible: aquel pacto se hizo con una propuesta en positivo
mientras que al de ahora sólo le mueve el puro revanchismo.
LAS
CONSECUENCIAS
Lo
que han querido con este acuerdo era propinar una bofetada a IU, aunque donde la han dado –bien lo saben- ha sido en el rostro del
Ayuntamiento y, en consecuencia, del pueblo, ya que el contratiempo causado al
equipo de gobierno es notorio, puesto que no podrá contar con dos personas con
dedicación exclusiva para atender al conjunto de obligaciones municipales como se ha venido haciendo desde hace más de
una década. No obstante, con algo más de esfuerzo y voluntarismo,
supliremos la situación creada por la oposición, ya que las retribuciones
personales no son, ni nunca han sido, ni pueden serlo, el móvil de la actividad
política del grupo de personas que constituimos IU en Carcabuey, a las que nos
une el principio del bien común y no los intereses particulares.
Creemos
que a estas alturas es bien sabido que el lugar para hacer carrera política es
en el PP y el PSOE.
Y,
en fin, el tiempo nos dirá si la cosa queda aquí o tendrá su continuidad en
fases sucesivas. IU es consciente de su responsabilidad y, en base a ella,
trataremos de tender siempre puentes a acuerdos favorables para el pueblo. Por
lo demás aquí seguiremos y aquí nos encontrarán tratando de dar justa respuesta
a lo que se nos presente.
GRUPO MUNICIPAL DE IZQUIERDA UNIDA