ELECCIONES AL PARLAMENTO EUROPEO (II)

¿Son lo mismo el PSOE y el PP?

Es novedoso ver en una campaña electoral a un candidato del PSOE (candidata, en este caso) esforzarse por mostrarle a los ciudadanos/as que no son lo mismo que la otra pata del bipartidismo, el PP.

Cualquier observador atrapado en una visión tradicional de contraposición entre ambos partidos (PP = derecha, PSOE = izquierda) se habrá quedado sorprendido ante tanto empeño por mostrar algo que, según esa lógica, debería ser obvio.

Sin embargo las cosas son como son y no como algunos las esperaban según ideas preconcebidas que no se ajustan a la realidad. Por otro lado, no es necesario ser exactamente igual o tener la misma procedencia para acabar haciendo las mismas cosas. En este sentido, como las dos columnas políticas que son del sistema capitalista, las coincidencias entre ambos partidos son cada vez más palpables, como lo demuestra su actuación en el Parlamento Europeo durante la legislatura. Según los datos que hemos conocido, ambos partidos han avalado las políticas de la UE votando juntos en el 73 % de las ocasiones, e incluso el 81 % cuando se trataba de temas de agricultura.

En días pasados algunos medios de comunicación han sacado a la luz la existencia en España de una operación política que trataría de allanar el terreno a una futura coalición PP-PSOE que pudiera formar gobierno tras las próximas elecciones generales, tal y como ya se está haciendo en Grecia y en Alemania. Operación en la que estarían trabajando determinados sectores de ambos partidos y que vendría auspiciada por importantes grupos financieros y mediáticos e, incluso, por la propia casa real.

(Ver esta información)

Aunque los dirigentes socialistas han salido al paso tratando de descartar esta posibilidad, sabedores de que desmonta el mensaje que han estado transmitiendo a la ciudadanía, no debe tratarse de un falso rumor ni de nada descabellado cuando la idea ha sido públicamente aceptada y apoyada tanto por el candidato del PP, Arias Cañete, como por el propio ex presidente del Gobierno Felipe González, en un programa de la Sexta.

Así las cosas, nada tiene de extraño que el mensaje más urgente que la candidata socialista, Elena Valenciano, se ha visto obligada a trasladar a los electores es la de que PSOE y PP no son la misma cosa.

Al anodino debate televisado hace unos días entre los cabezas de lista del PP y PSOE, ambos partidos intentan sacar alguna rentabilidad con “dimes y diretes” sobre aciertos y “meteduras de pata” de uno u otro contendiente. En realidad el circo montado lo que trata es de ocultar su falta de programa y de diferencias entre ambos en los asuntos importantes: el sometimiento a los intereses de los especuladores, el acuerdo en los recortes, en las privatizaciones y en las reformas laborales y en definitiva, su coalición de facto desde el momento en que tienen un mismo proyecto para Europa.

Lo cierto es que el verdadero debate en el que se está viendo inmerso el bipartidismo, sobre todo, el PSOE en esta campaña electoral es el de sus coincidencias y sus diferencias, no en cuanto a lo que dicen, sino a lo que han hecho, hacen y continuarán haciendo.