El 20-N está ahí mismo, tenemos las elecciones generales a la vuelta de la esquina y nos encontramos en plena campaña electoral. Debemos, pues, dedicar nuestra atención en este momento a informarnos, reflexionar, ordenar las ideas y elegir aquello que creamos más correcto para España durante los próximos cuatro años.
Es necesario buscar una salida a la crisis que nos azota, combatir el abultado paro que padecemos, recuperar unas perspectivas de futuro de nuestra juventud… pero no da lo mismo cualquier salida, porque la dirección por la que nos llevan los organismos internacionales, los mercados financieros y los políticos que siguen los dictados de esa minoría pudiente que domina el mundo, está poniendo en peligro las cotas de calidad de vida, los servicios públicos y los derechos sociales que había conseguido el pueblo llano desde hace medio siglo, hasta hacer tambalear el Estado de Bienestar y vaciando de contenido a la propia democracia, ya que las decisiones políticas de mayor calado son tomadas por esos poderes fácticos e impuestas a los distintos gobiernos que las aceptan como inevitables.
La indignación ante esta situación y ante un conjunto de comportamientos viciados y corruptos en la vida política, es lo que ha llevado a miles de personas a tomar conciencia y a expresar sus protestas en la calle, generando todo un movimiento social (15-M) que apunta directamente a las propias reglas y estructuras del sistema y que nos hace mantener unas esperanzas de cambio y de recuperación de una verdadera democracia que realmente sirva y defienda al pueblo.
Pero ahora es necesario aunar fuerzas y tomar aquella opción que pueda redundar más beneficiosamente en nuestro futuro inmediato, el futuro de la gente de a pie, de los que no contamos con un patrimonio acaudalado, puesto que a éstos la crisis no les afecta.
Izquierda Unida se presenta con muchas ganas e ilusión, con unas propuestas
elaboradas colectivamente, que toman partido por los trabajadores y trabajadoras, por las clases más humildes, por los jóvenes, por los desempleados, por los desahuciados, por los que sufren discriminación e injusticias, por la democracia participativa y de verdad, por la regeneración de la vida política…
En este momento es necesario sumar todas las voces descontentas para plantar cara a lo que hacen los dos grandes partidos, a espaldas del pueblo, y poder defender una alternativa distinta. Por ello hay que conseguir la máxima unión y aprovechar el poder de nuestro voto apoyando masivamente a quienes nos apoyan y están de nuestro lado, para que pueda abrirse un horizonte en el que el pueblo soberano pueda hacer valer sus derechos. Tú eliges.
Es necesario buscar una salida a la crisis que nos azota, combatir el abultado paro que padecemos, recuperar unas perspectivas de futuro de nuestra juventud… pero no da lo mismo cualquier salida, porque la dirección por la que nos llevan los organismos internacionales, los mercados financieros y los políticos que siguen los dictados de esa minoría pudiente que domina el mundo, está poniendo en peligro las cotas de calidad de vida, los servicios públicos y los derechos sociales que había conseguido el pueblo llano desde hace medio siglo, hasta hacer tambalear el Estado de Bienestar y vaciando de contenido a la propia democracia, ya que las decisiones políticas de mayor calado son tomadas por esos poderes fácticos e impuestas a los distintos gobiernos que las aceptan como inevitables.
La indignación ante esta situación y ante un conjunto de comportamientos viciados y corruptos en la vida política, es lo que ha llevado a miles de personas a tomar conciencia y a expresar sus protestas en la calle, generando todo un movimiento social (15-M) que apunta directamente a las propias reglas y estructuras del sistema y que nos hace mantener unas esperanzas de cambio y de recuperación de una verdadera democracia que realmente sirva y defienda al pueblo.
Pero ahora es necesario aunar fuerzas y tomar aquella opción que pueda redundar más beneficiosamente en nuestro futuro inmediato, el futuro de la gente de a pie, de los que no contamos con un patrimonio acaudalado, puesto que a éstos la crisis no les afecta.
Izquierda Unida se presenta con muchas ganas e ilusión, con unas propuestas
elaboradas colectivamente, que toman partido por los trabajadores y trabajadoras, por las clases más humildes, por los jóvenes, por los desempleados, por los desahuciados, por los que sufren discriminación e injusticias, por la democracia participativa y de verdad, por la regeneración de la vida política…
En este momento es necesario sumar todas las voces descontentas para plantar cara a lo que hacen los dos grandes partidos, a espaldas del pueblo, y poder defender una alternativa distinta. Por ello hay que conseguir la máxima unión y aprovechar el poder de nuestro voto apoyando masivamente a quienes nos apoyan y están de nuestro lado, para que pueda abrirse un horizonte en el que el pueblo soberano pueda hacer valer sus derechos. Tú eliges.
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